De formas rígidas a la par que simples el cuadrado transmite sensación de seguridad, firmeza y fiabilidad. Su geometría sencilla y elemental le imprime universalidad y lo convierte en una estructura asequible y económica al alcance de todos que simboliza el hogar de cada uno de nosotros.
El segundo elemento está compuesto por una circunferencia abierta en la parte superior, sobre la que pende un rectángulo, evocando en conjunto, el símbolo de encendido de un electrodoméstico. Su forma esférica idealiza conceptos como la flexibilidad, la adaptabilidad y el dinamismo; y es la representación gráfica de la continua modernización del entorno en que vivimos. Para muchas culturas, el círculo simboliza el cambio constante y necesario para seguir siendo uno mismo. En esencia, la evolución como medio para crecer y mejorar.
Combinando ambos elementos obtenemos el hogar tecnológico. Un hogar con las cualidades de siempre pero en continua adaptación para mantenerse en equilibrio con el mundo que le rodea.